Vetusta Morla: "El de Pontevedra será un concierto muy potente. Las canciones nuevas nos aportan un extra de energía"
Por Alejandro Espiño
Hace ya semanas que las entradas para ver a Vetusta Morla en Pontevedra (jueves 1 de mayo, Pazo da Cultura) están agotadas. Al igual que en la mayoría de los más de treinta conciertos que componen hasta el momento la gira de presentación de La deriva, el tercer disco de la banda madrileña. Incluso antes de que se editara. "Agradecemos día tras día que la gente haya comprado las entradas sin saber lo que iban a escuchar", asegura Jorge González, uno de sus miembros, al otro lado del teléfono.
No es la primera vez que actúan en Pontevedra. Lo hicieron ya en 2009. Un año antes habían editado Un día en el mundo y, como reconoce el percusionista y programador de la banda, hasta entonces Galicia "casi era el único sitio de fuera de Madrid al que salíamos a tocar". De ahí que actuar en tierras gallegas "es como estar en casa, nos da cierta tranquilidad y por eso es una de las razones por las que siempre nos gusta ir al principio de gira".
Además de Pontevedra, Vigo y A Coruña para este último concierto aún quedan localidades a la venta podrán disfrutar de las nuevas canciones de Vetusta Morla. Y Jorge González no duda de que el público gallego volverá a arroparlos con los brazos abiertos porque "la gente siempre nos ha recibido muy bien allí y por eso para nosotros volver a Galicia siempre es un gustazo". Para agradecérselo, adelanta, la banda prepara un show "muy potente".
Llegáis a nuestra ciudad con La deriva. ¿Cómo describirías este tercer disco vuestro?
La deriva es un disco que sigue un poco la estela que, musicalmente, habíamos dejado con algunas canciones de Mapas como El hombre del saco. Pero hicimos más evidentes algunas de las cosas que al final de la gira pasada nos quedaron muy claras y que habían calado en la banda. Queríamos hacer las cosas más sencillas. Hemos intentado simplificar los arreglos, para tener más aire alrededor y conseguir que todo suene más grande.
"Lo que estamos recibiendo es que de primeras el disco no entra muy bien, igual que pasaba con los otros dos"
Es quizá un disco más directo, ¿no? Hay un sonido más crudo, más frontal.
En la forma de componer sí, a lo mejor de escucha no tanto. Lo que estamos recibiendo es que de primeras el disco no entra muy bien, igual que pasaba con los otros dos. Aunque esto me cuesta un poco valorarlo después de las dos primeras semanas en la calle. Pero las cosas no las haces con intencionalidad, no te planteas hacer un disco más directo. Musicalmente esto es lo que nos llena y creemos que es lo que nos puede funcionar.
Y las letras, en algunos momentos, son más combativas, con más conciencia social. ¿Teníais cierta necesidad de abordar esta cuestión o fue surgiendo a medida que ibais componiendo el disco?
Como los discos anteriores, son letras que hablan de nuestra experiencia, de lo que vamos viendo en el día a día. Sobre todo Juanma y Guille, que son quienes las escriben. Lo que hemos vivido estos últimos cinco años nos ha ido calando y hace que eso se refleje en el disco. Sí que tiene una temática que habla de eso, pero no le veo un espíritu combativo. Solo explicamos una realidad que afrontamos a diario y cómo es nuestra forma de vivirlo. Probablemente se está viendo así por los dos adelantos que hemos sacado, Golpe maestro y La deriva, que sí tienen quizá ese toque que comentas y hace que te condicione la visión del resto del disco.
¿Y estáis contentos con el resultado?
La verdad es que sí y sobre todo después de ponerlo en concierto. Estábamos muy seguros, pero siempre te queda esa pequeña duda de ver cómo funcionan esas canciones en directo. Con Mapas lo teníamos clarísimo porque eran canciones que se habían trabajado en el local tocando todos a la vez, pero esta vez las hemos ido trabajando poco a poco. Cuando estaba hecha una canción nos juntábamos a grabar, se la llevaba una persona y la alargaba o la cortaba, luego la volvíamos a probar ha sido una composición más desfragmentada, por eso el concepto de la deriva nos entraba tan bien.
Precisamente es la primera vez que trabajáis con un concepto como punto de partida.
Acabó Mapas y nos separamos cuatro o cinco meses. Prácticamente ni nos vimos. Nos volvimos a reunir hace casi un año para un viaje en Colombia. Allí la idea del nuevo disco empezó a fluir. Estábamos pendientes de cerrar varios proyectos como la BSO de Los ríos de Alice, la edición del disco con la Orquesta Sinfónica, una gira por México y se fueron solapando las cosas.
Dentro de la deriva que cada uno llevaba, nos juntamos en un mismo camino. Y al ser el disco que hemos compuesto en menos tiempo, coger un concepto así te ayuda a matizar de una forma más directa. Si tienes dos o tres opciones, tienes más claro con cual quedarte, tanto en lo lírico como lo musical. Ha sido algo más inmediato, que creo que también se ha reflejado en el disco. Suena como un poco más vivo.
"Queríamos hacer algo que tuviese una coherencia y que el punto de partida fuese más alto que el de Mapas"
¿Os ha resultado fácil encajar las nuevas canciones con las anteriores? En los últimos conciertos de Mapas ya se veía cierta reinterpretación de canciones antiguas. ¿Habéis seguido esa línea?
Las canciones del primer disco, sobre todo. Requerían una vuelta y estamos muy contentos del resultado, la verdad. Queríamos hacer algo que tuviese una coherencia y que el punto de partida fuese más alto que el de Mapas. Nos ha costado ver no qué canciones íbamos a meter en el repertorio, si no qué canciones juntas crean un mejor discurso o nos ayudan a que el concierto fluya mejor y a conseguir los diferentes matices que queríamos lograr. En esta gira de La deriva vamos a hacer un trabajo escenográfico muy centrado en la temática y el concepto y por eso escoger el orden adecuado era tan importante.
Os he leído en alguna que otra entrevista que con cada disco, descartáis un montón de canciones. Hasta 30 en el caso de Mapas y 22 ahora con La deriva. ¿Alguna vez verán la luz? ¿Os planteáis un disco de caras B?
Pues no lo sé. No lo hemos hablado, la verdad. A veces nos da un poco de pena porque hay canciones muy interesantes que se quedan fuera porque no encajan con el resto del repertorio. Están ahí y ya se verá en un futuro lo que hacemos con ellas.
Sea como sea, los primeros conciertos de la gira están siendo un éxito. Entradas agotadas en la mayoría de las fechas anunciadas, incluso antes de sacar el disco, ¿os lo esperabais?
La verdad es que la gente ha reaccionado muy bien. Agradecemos día tras día que la gente haya comprado las entradas sin saber lo que iban a escuchar. Queríamos partir de un mínimo, que era la base que habíamos hecho el año pasado, pero no pensábamos que iba a ser así. Por ejemplo, las entradas de los cinco días en La Riviera (Madrid) se agotaron ya en Navidades. Parece que ellos tienen más confianza y fe ciega en Vetusta Morla que nosotros mismos. Ahora nos toca hacer buenos conciertos, que para eso la gente ha comprado las entradas.
Y a pesar de la crisis y del IVA cultural
Así es. La situación económica es la que es, la gente no tiene trabajo, no tiene dinero. Nosotros hemos hecho un esfuerzo muy grande por mantener los precios lo más bajos posibles, pero el 21% de IVA nos hace mucho daño. Y hay que meter gastos, los sueldos de la gente que viene contigo y además sacar algo de beneficio para que cuando pares un año para componer estés tranquilo y puedas pagar el siguiente disco. Son números muy complicados y no nos facilitan nada el camino.
"Hemos hecho un esfuerzo muy grande por mantener los precios lo más bajos posibles, pero el 21% de IVA nos hace mucho daño"
No sé si tal y como está el mundo de la música os sentís afortunados. Habéis trabajado mucho, eso es obvio, pero me imagino que no es fácil haber llegado a dónde estáis.
La verdad es que no, pero tampoco nos hemos puesto nunca un objetivo de a dónde queríamos llegar. Hay que ser muy consciente de que las cosas no son para siempre. Sabemos que esto algún día parará y se acabará. El agradecimiento sobre todo es a la gente que compra las entradas y los discos, porque lo que consiguen es que nosotros sigamos para adelante. Por un lado está la ilusión de salir a tocar y enseñar canciones nuevas, esa cosa que sientes, y por otro, el apoyo de la gente. Sin esos dos pilares no vas a ningún lado.
Lleváis quince años juntos. Erais amigos antes de la banda, supongo que eso ayuda a la hora de seguir unidos después de tanto tiempo, de trabajar más cómodos
Sobre todo ayuda la complicidad, saber en qué momento está cada uno. Nos conocemos ya muy bien como para trabajar a gusto y saber los espacios que tiene cada uno. Lo importante es saber manejar esos espacios personales, de forma que si uno tiene un mal día o una mala época, hay que dejarle aire. O todo lo contrario, si tiene un buen día hay que saberlo aprovechar. Hay que saber lo que tienes que hacer o dejar de hacer para que la convivencia fluya.
Al final hacer un disco e irse de gira no es más que convivir, igual que meterse todos los días cinco horas en un local de ensayo con compañeros e ir trabajando y dando opiniones sobre cada paso del proceso. Si directivos de empresas se machacan para que su decisión sea la elegida pensando que es la mejor, imagínate para algo artístico que lleva parte de ti. Hay que ser muy empático y saber trabajar para que todo salga delante de la mejor forma posible y que todo el mundo se sienta cómodo con lo que está haciendo.
Y ya para terminar y volviendo al concierto del jueves, ¿qué vamos a ver en Pontevedra?
Serán unas dos horas de concierto. Tocamos todas las canciones de La deriva y vamos salpicando con gotitas de los discos anteriores. Yo creo que en lo musical es muy potente, porque las canciones nuevas aportan un extra de energía muy chulo y las readaptaciones de las canciones anteriores, como te decía antes, creo que son muy acertadas. Seguramente dentro de cinco meses te diré, que mala decisión tomamos, tenía que haber sido de otra manera. Pero ahora mismo tenemos muy claro que tiene que ser así.
Y de nuevo con Zoé, un grupo que os acompaña bastante tanto en España como en México
Bueno, ellos nos acompañan en España y nosotros en México (se ríe). Sus conciertos son una locura. El disco nuevo que han sacado es un discazo y para nosotros estar allá con ellos es increíble. Ver allí como se viven las canciones de Zoé, con gente que las canta como si le fuera la vida en ello te hacen ver y sentir el disco en otra dimensión más grande. Hay muy buena relación con ellos. Para nosotros estar un mes con Zoé es garantía de que vamos a estar muy a gusto.
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