Luisito, tras su episodio de trombosis: "La doctora me dijo que me salvé de milagro. Tuve mucha suerte"
Por Diego Espiño
José Luis Míguez 'Luisito' suele bromear con sus futbolistas que es inmortal, "y ahora veo que no", señala con cierta retranca recuperado del episodio de trombosis detectado en su brazo derecho que hizo temer por su estado de salud.
"La doctora me dijo que me salvé de milagro. Tuve mucha suerte", ha explicado este miércoles el entrenador del Pontevedra después de acudir a la sesión de trabajo del equipo en Xeve, aunque todavía vestido de calle.
"Ha sido una de las pocas veces que he sentido miedo en la vida"
"Ha sido una de las pocas veces que he sentido miedo en la vida", reconoce entonando el 'mea culpa' por lo ocurrido, ya que "empecé a encontrarme mal el jueves por la noche" y no fue hasta el lunes cuando finalmente acudió al Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. "Aquí sólo hay un culpable y soy yo. Por ser como soy, que soy muy cazurro", explica con un punto de humor.
Al persistir el dolor en el brazo y la hinchazón, el sábado por la mañana habló con el club para acudir a un centro médico, acercándose hasta A Parda. Allí se le comentó que "parecía un problema muscular" aunque "yo sabía que no podía ser". A eso se agarró para aguantar incluso cuando "el domingo por la mañana me levanté muy mal, pero quise ocultar todo y vine a dirigir el partido", relata el técnico.
"El domingo por la mañana me levanté muy mal, pero quise ocultar todo y vine a dirigir el partido"
Así, no fue hasta el lunes cuando terminó por acudir al Hospital QuirónSalud Miguel Domínguez, donde focalizaron el problema y le recomendaron acudir cuanto antes a su centro de referencia. Lo hizo, no sin antes pasar todavía por el entrenamiento de su equipo "para que se enterasen por mí".
Esperar tanto "me pudo costar muy caro", señala un Luisito que se muestra muy agradecido "a la afición y a la gente de Galicia" por el cariño recibido en las últimas horas, así como por la ayuda del médico del club, el doctor Barragáns.
Superado el susto, y aunque deberá seguir un tratamiento durante los próximos meses sin poder hacer ejercicio físico, el preparador granate asegura estar ya centrado en su trabajo. Volverá a vestirse de corto para dirigir a los suyos este jueves y "lo único en que pienso ya es en ganar en Riazor", señala sobre lo que sería "el mejor tratamiento que me pueden dar".
"Pensé que me iban a dejar sin entrenar, pero me dijeron que no había problema", declara ya recuperado de fuerza y ánimos, porque "yo si estoy es al 100%, no sé estar al 50". Tanto es así que "ya estoy maquinando y tengo idea de lo que hacer en A Coruña".
Ganas y dedicación no faltarán, como siempre, en un hombre comprometido con uno de los clubes que lleva grabado a fuego en su corazón. Aún hay Luisito para rato y el Pontevedra y todo el fútbol gallego se felicitan por ello.
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