Bernardo Sartier
Los partidos de aquí y sus candidatos (y III)
Cuando en la entrega inmediata anterior dije que Lores y Louro no eran Madiba o Gandhi omití decir que yo tampoco soy Pérez Reverte.
Pero hoy toca el BNG, que es en Pontevedra como el condado de Treviño en medio de la castellanidad ancha de la autonomía feijoniana. La percepción popular es que no hay suficientes motivos para desapoderar al Bloque. Por eso, lo mejor es que retiren del monumento a los héroes de Pontesampaio las estatuas y que se coloquen ellos hasta las elecciones. Lores sería Morillo y hasta Carmen Fouces podría pasar por la lavandeira heroína y anunciadora. Y así, quietecitos, esperar las municipales.
Ahora que ha muerto Peter O´Toole, es bueno recordar aquella contestación del actor a un entrevistador: "¿Hace usted ejercicio, Myster O´Toole?"; "No. El único ejercicio que he hecho en toda mi vida ha sido caminar detrás del féretro de los amigos fallecidos que sí lo hacían". Valga para Lores. Lores no hace ejercicio porque tampoco ayuda mucho la cimentación de sus lumbares, pero no lo necesita para ganar elecciones porque lo que toca ahora es permanecer ataráxico. En plan reina madre pero sin gin-tonic. Claro que entonces tendría que haber evitado el pifostio del Puente de la Barca, que es un error colosal, primera lección del prontuario de elusiones políticas (eso se deja para el día siguiente de ganar las elecciones).
En la triada de la lista están Lores, Cesáreo y Rai. Lo bueno de Lores está dicho porque Lores, de campechano, llega a todos y por lo mismo sus defectos son de público conocimiento: sus prontos, sus indigestiones de ideología o el creer que Pontevedra, la actual, carece de disfunciones. Decía el otro día el alcalde al "Diario" que él está enamorado de Pontevedra, seguramente olvidando que Baudelaire definía el enamoramiento como un estado de imbecilidad transitoria. Que la ciudad raye el aprobado alto no significa que levite en lo idílico. Quiero decir que la autocomplacencia no es buena compañera porque conduce al exceso de confianza y entonces ocurre lo que a Brasil, que pierde un mundial en Maracaná con Uruguay. Uruguay podría ser Louro, que se ha subido a la excavadora y el otro día sacó un especial en el "Faro" con todas las obras impulsadas por él: ¡mimá! aquello parecía la reconstrucción de Sarajevo.
Claro que el Bloque tiene a Cesáreo y yo por Cesáreo siento una cierta debilidad porque Cesáreo es un enorme trabajador, algo que tuve la oportunidad de comprobar cuando, aún joven, debí sufrirlo algunas tardes en Diputación mientras expurgaba documentos, finales de los ochenta, más o menos.
Luego está Rai, al que no conozco pero a quien le cuadran las cuentas porque si no el concello estaría intervenido. En el biopic de Rai yo omitiría la escena del juzgado por lo de la rotonda. Compareció él y allí se fueron un montón de compañeros de corporación, y entonces aquello recordó a Barrionuevo entrando en la cárcel de Guadalajara acompañado de los jefes socialistas. Estas performances deben evitarse porque en ellas se hace una suerte de escrache previo y superfluo al juez. El político debe comparecer en el juzgado únicamente acompañado de su letrado (y todo lo más de su conciencia).
La última de Rai es decir que Moreira es Herodes porque rebaña del presupuesto dinero de la cabalgata, pero los que hemos visto a Moreira con sus peques en Montero Ríos sabemos que, de parecerse a alguien, más bien a Melchor.
El Bloque, dejándose ir, ya saca alguna cabeza a sus oponentes, pero ojo porque aún quedan los minutos basura y la prórroga y Louro viene con mayor fondo físico y alguna campaña publicitaria institucional bajo el brazo. Y porque Pontevedra, se diga lo que se diga, sigue siendo derecha arraigada. Y eso se hereda.