Piden cinco años de prisión a un empleado de banca que se apropiaba de dinero de clientes en el extranjero
Por Natalia Puga
Un empleado de banca se enfrenta a cinco años de prisión como presunto autor de un delito continuado de apropiación indebida por haber realizado "operaciones contables irregulares" con fondos de clientes no residentes en España que ingresaban en su sucursal de Tui divisas extranjeras.
El hombre, D.F.M., se sentará en el banquillo de los acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra el próximo martes 1 de abril para rendir cuentas por un delito que habría cometido entre los años 1998 y 1999, en los que ejerció el cargo de gestor de clientes y responsable del Departamento de Extranjero en una sucursal del Banco Santander Central Hispano.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el acusado utilizó fondos que debía gestionar para clientes emigrados y, sin autorización de sus titulares, realizó "toda una serie de operaciones contables irregulares al margen de la operativa y de la práctica bancaria establecida por la entidad".
El fiscal le atribuye que cancelaba o detraía cantidades de depósitos de divisas constituidos por ciudadanos no residentes en España y realizaba con esos fondos operaciones de arbitraje para convertirlas en otra moneda. Las cantidades resultantes las situaba en una cuenta transitoria y desde ella realizaba diversos tipos de operaciones bancarias que dificultaban el seguimiento del dinero y le permitía acabar ingresándolo en depósitos de otros clientes del banco que no tenían relación con los verdaderos titulares de los fondos.
Esos clientes a los que ingresaba el dinero que no era suyo habían abierto previamente depósitos en la sucursal en la que trabajaba el acusado entregándole a este "fondos o cheques que no habían sido debidamente ingresados en la contabilidad de la entidad".
Como consecuencia de estos hechos, el Banco Santander resultó perjudicado al verse en la obligación de reintegrar a los titulares de los depósitos de los que retiró los fondos las cantidades de las que fueron desprovistos, así como las comisiones e intereses que el banco dejó de percibir. En total, la pérdida total ocasionada asciende a 347.056,65 euros.
El fiscal pide al acusado la pena de cinco años de prisión, una multa de 12 meses a 25 euros diarios y el pago de una indemnización de 347.056,65 euros por las pérdidas causadas al banco.