El arroaz QUEIK de las Rías Baixas al Alentejo
Por Redacción
El trabajo de identificación individual de cetáceos, mediante el catálogo fotográfico de las aletas- FotoID, da sus frutos en la detección de los largos desplazamientos de los arroaces.
Esta técnica consiste en la recogida de imágenes fotográficas de las aletas dorsales de los arroaces, Tursiops truncatus, para hacer un trabajo de registro y catalogación y posteriormente realizar campañas de seguimiento en las que volver a recoger imágenes de los mismos ejemplares.
Para llevar a cabo esta actividad se precisan autorizaciones expresas pues los arroaces son especies protegidas, por lo que cualquier actividad sobre ellas debe ser debidamente analizada y autorizada por la administración. La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) cuenta con estas autorizaciones desde el año 1997.
Las primeras imágenes del trabajo de catalogación fueron recogidas en las campañas marítimas que la Cemma puso en marcha en el año 2000. Después de 18 años de trabajo en fotoID cuentan con más de 500 aletas diferenciadas individualmente aunque la tasa de repetición es relativamente baja, sobre un 30%.
Mediante esta metodología ya se han identificado movimientos de los arroaces entre las diferentes Rías, entre la costa sur y norte de Galicia o entre Galicia y Euskadi. A pesar de que el arroaz Gaspar fue detectado en Aveiro, hasta el momento no se había comprobado el viaje de un arroaz tan al sur.
EL ARROAZ QUEIK
En el año 2004 fue realizado el catálogo anual recogiendo una aleta con grandes amputaciones en su borde posterior, lo que denotaba que la vida de este arroaz no fuera fácil. En ese momento las aletas eran nombradas por orden alfabético porque tenían muy pocas identificadas.
Durante 11 años QUEIK fue detectado 40 veces entre las Rías de Vigo y Arousa, viajando con la manada que lo acogía, de entre 15 a 30 ejemplares. Es por eso que fue catalogado entre los arroaces residentes, es decir, aquellos que viven estables en un mismo lugar durante mucho tiempo.
VIAJE DE QUEIK
La última vez que la Cemma registró a este ejemplar fue el 19 de febrero de 2015 frente a playa de Cabío, A Pobra do Caramiñal, desde aquella no lo volvieron a ver. También es verdad que la falta de financiación para llevar a cabo esta actividad no permitió realizarla, en estos últimos años, más allá de la Ría de Vigo, que es donde la Cemma cuenta con la base de su embarcación Toniña Uno.
Cuando aparecen arroaces en un lugar donde no son habituales, los equipos buscan en las bases de datos si son conocidos, así es como la Sociedad Portuguesa para la Vida Selvagem- SPVS de Portugal se puso recientemente en contacto con la Cemma para comunicar la presencia de dos arroaces en la costa Alentejana desde principios del mes de julio.
Este intercambio de información es un procedimiento habitual, lo mismo que permitió identificar a Gaspar cuando llegó a Galicia en el año 2007. De este modo han podido comprobar como QUEIK, un arroaz al que le estiman 25 años de edad, estuvo 11 años en las rías gallegas y realizó un desplazamiento de más de 500 kilómetros hasta el sur de la costa portuguesa.
En el Alentejo, aunque la presencia de cetáceos en sus costas no es rara, no existe presencia de manadas estables de arroaces costeros. Es por eso que la presencia de estos dos arroaces llamó mucho la atención. En este momento se están tratando de recoger buenos documentos gráficos para tratar de identificar al otro ejemplar que lo acompaña.
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