Demoler y tratar los residuos de hormigón del Balneario supondrá un gasto de 700.000 euros
Por Redacción
La iniciativa privada quedó paralizada con motivo de la pandemia, pero el Concello de Ponte Caldelas trabaja en el proyecto de creación de la Estación Termal, que optaría a ayudas económicas procedentes de Fondos Europeos, según informan desde el gobierno de Andrés Díaz.
Operarios municipales realizan durante los últimos días tareas de limpieza en la parcela, eliminando maleza y retirando restos de materiales que se encontraban en la estructura de hormigón de la obra abandonada en el año 2008, en aquellas fechas la empresa constructora quebraba y la propiedad quedó en manos de Sareb, la sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria.
El alcalde señala que la "desastrosa gestión del anterior gobierno la pagaremos cara, todos, durante mucho tiempo", afirmó en su visita a la zona, donde se acometen mediciones topográficas de cara al proyecto de las Termas. Los cálculos iniciales de demolición y tratamiento de los residuos de aquel proyecto inconcluso se elevan a 700.000 euros.
Andrés Díaz lamenta la pérdida el "espectacular edificio de piedra" del Balneario y mantiene su objetvio de recuperar el prestigio de villa termal para el municipio. "Non vou parar ata conseguilo", afirma.
Relacionadas:
-
La Estación Termal de Ponte Caldelas pronto será una realidad: "Es un empeño personal mío y no pararé hasta conseguirlo"
Por Redacción |
-
Dos de las imagénes 'desaparecidas' de la Capilla del Balneario vuelven a casa
Por Redacción |
-
Inicio de la nueva edición del programa Ponte Caldelas Termal
Por Redacción |
-
La Xunta inicia trabajos de limpieza en carreteras autonómicas de Vilagarcía y Caldas de Reis
Por Redacción |
-
25 árboles para la reformada Estrada do Balneario
Por Redacción |
-
La estación termal de Ponte Caldelas aspira a las ayudas de los ministerios para la Transición Ecológica y de Turismo
Por Redacción |
-
El Pleno de Ponte Caldelas aprueba el anteproyecto de la Estación Termal
Por Oskar Viéitez |