Cita multitudinaria con las 'tres gracias' en San Bartolomé
Por Mónica Patxot & María José Pita
Este primer viernes de marzo, como es tradición, cientos de pontevedreses acudieron a realizar el ritual de las 'tres gracias' que, por segundo año consecutivo y debido a la situación sanitaria, se ha trasladado a la iglesia de San Bartolomé.
Las 'tres gracias' están relacionadas con las tres caídas que sufrió Cristo durante la subida con la cruz desde el pretorio al monte del Calvario, y que se evocan en el Vía Crucis.
Las imágenes de los fieles fueron captadas al mediodía, momento en el que se iba incrementando la presencia de devotos que se acercaban a hacer sus solicitudes de favores ante la imagen del Jesús Nazareno.
El cambio de emplazamiento ha provocado que no se formen las largas colas que se producían ante la capilla del Cristo Nazareno de la calle Tetuán. Tanto por ser San Bartolomé un espacio más amplio como por la perfecta organización, con entradas y salidas diferenciadas.
Todo este operativo está coordinado por personas voluntarias miembros de la junta pastoral de San Bartolomé. Entre ellos, el presidente de la liturgia de la parroquia, Jesús Medrano, quien explica a PontevedraViva que "aunque parece que no hay tanta gente, entre que entran y salen, está viniendo muchísima gente, de esta forma es más ágil, más seguro".
Jesús Medrano no puede dar una cifra de las personas que forman parte de este operativo, "somos entre 7 y 8 voluntarios por turno cada hora", de ahí que el número final es alto, dado que la iglesia permanece abierta durante 13 horas seguidas.
Una labor de los voluntarios es guiar la oración, que permite que los fieles tengan unos minutos de recogimiento.
"Hay una oración que se repite tantas veces como se pudiera llenar la iglesia, es decir, desde las 9 de la mañana que se empieza hasta las 10 de la noche, y en medio hay una misa a las 9:30 y otra a las 18:30, este año excepcionalmente me dicen que hay otra misa a las 17:30 pero es por un funeral", indica el presidente de la liturgia de la parroquia de San Bartolomé.
Otra función de los voluntarios es controlar cualquier incidencia en la entrada y salida de fieles, muy especialmente en lo que se refiere a las velas, cuyo encendido está prohibido dentro del templo, a excepción de pequeños cirios en una zona de lucernario habilitada y vigilada. Tampoco está permitido tocar la imagen con la estampa conmemorativa pero, aunque se ha rodeado al Nazareno con centros de flores para mantener la distancia, en la práctica es difícil limitar esta tradición.
Los motivos para pedir las 'tres gracias' son variados y muy personales. Nos atrevemos a preguntarle a Jesús Medrano por el suyo y la respuesta añade un matiz de celebración a este día. "Yo siempre vengo más a dar las gracias que a pedir gracias, y este año todavía más porque me dio un infarto hace poco y estoy aquí, entonces más todavía", confiesa mientras una sonrisa se adivina a través de la mascarilla.
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