Las autoridades ponen el ojo en cuatro carreteras de la comarca por el ruido que generan
Por Manu Otero
El Mapa Estratégico de Ruído elaborado en julio del pasado año por la Axencia Galega de Infraestruturas con el objetivo de detectar y corregir los principales focos de ruido de los principales ejes viarios de la red autonómica incluye cinco carreteras del área de Pontevedra: PO-308, PO-531, PO-542 y VG-4.4, así como la autovía de O Salnés.
El informe recoge que, aproximadamente, unas 1.100 personas que viven a lo largo de la PO-308, en los 17.,35 kilómetros que separan Pontevedra de Sanxenxo, soportan a diario índices de ruido comprendidos entre los 70 y 74 decibelios. Una cifra que corresponde al segundo máximo peldaño de la escala marcada por las autoridades sanitarias.
Con ruidos comprendidos entre los 65 y 69 decibelios conviven 1.700 personas a lo largo de esta carretera, mientras que con niveles más aceptables, entre 55 y 64 decibelios, lo hacen unas 2.200 personas.
La situación es similar con la PO-531. En el tramo de 18,80 kilómetros que separa el Puente de A Barca, incluido también en este mapa para reducir la cantidad de ruido generado, de la localidad de Baión, son unos 200 habitantes los que soportan altos índices de ruido, entre 70 y 74 decibelios.
Menos significativa es la afección al bienestar de las personas que viven cerca de la PO-542 o de la VG-4.4. El documento recoge que en la vía que une Marcón y el nudo de O Pino solo unas 100 personas soportan ruidos que alcanzan los 69 decibelios, mientras que en el entorno de la variante de Marín no figura ningún vecino afectado por ruidos superiores a los 60 decibelios. Tampoco en la autovía de O Salnés se llegaron a registrar índices de ruido nocivos para las personas.
La Axencia Galega de Infraestruturas incluye en este informe los resultados obtenidos de la actualización de los Mapas Estratégicos de Ruido de los grandes ejes viarios, con un tráfico superior a tres millones de vehículos por año, de las carreteras titularidad autonómica en aplicación de la Directiva Europea 2002/49/CE sobre Evaluación y Gestión del Ruido Ambiental, así como de la Ley de Ruido 37/2003 y del Real Decreto 1513/2005 que la desarrolla.
Para ello se han obtenido los niveles de ruido a cuatro metros de altura sobre el terreno y en las fachadas de las edificaciones afectadas por los ejes viarios, a partir de los que se ha podido evaluar la afección producida por el ruido generado por estos a la población.
La realización de estos mapas servirá de base para la elaboración de planes de acción en materia de contaminación acústica que la Xunta debe entregar al Gobierno antes del 30 de septiembre del 2024. Ya en la primera fase de esta campaña impulsada por el Ministerio de Transición Ecológica, que se encuentra actualmente en la cuarta fase, Galicia elaboró un primer mapa y un plan de acción en el 2008 en el que no figuraban acciones para ninguna de estas cuatro carreteras.
Además de las actuaciones previstas en este Plan de Acción para la reducción del ruido generado por las carreteras autonómicas, la Xunta de Galicia realiza otras actuaciones que, no teniendo como objetivo principal la reducción del ruido, sí colaboran en su atenuación, como son en particular: actuaciones de mejora de la seguridad vial que mediante la construcción de rotondas generan un calmado del tráfico en una determinada zona, renovaciones de firme o construcción de variantes que permiten reducir el tráfico en zonas muy urbanas.
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