La Xunta le traslada al Concello de Vilaboa la disposición de transferirle el tramo de la PO-264
Por Redacción
La Xunta le trasladó al Concello de Vilaboa la disposición de transferirle el tramo de la carretera autonómica PO-264 a su paso por el municipio "para que a administración local poida realizar unha xestión da vía máis adaptada á súa funcionalidade real, que é eminentemente local".
La conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, mantuvo esta tarde en San Caetano un encuentro de trabajo con el alcalde, César Poza, a quién informó de la posibilidad que tiene el Concello de solicitar y asumir la titularidad de la vía a su paso por el municipio, para poder "acometer as actuacións que considere máis oportunas para acadar unha xestión máis adaptada á funcionalidade local e urbana que ten actualmente esa vía".
Se trata del tramo inicial de la carretera que, a lo largo de 380 metros, transcurre por el municipio de Vilaboa hasta la N-550 y que, según los datos de la Axencia Galega de Infraestruturas, no tiene ya funcionalidad dentro de la red autonómica de carreteras.
Durante la reunión, la conselleira también informó al alcalde de los trabajos para la implantación del tratamiento biológico que la Xunta está llevando a cabo en la depuradora de Vilaboa. Explicó que entre finales de este mes de febrero y comienzos de marzo está previsto acometer las actuaciones de cambio del panel sándwich de la cubierta.
Los avances en el resto de la actuación están condicionados por el suministro de los equipos necesarios que, previsiblemente, aun tardarán unos meses en llegar. Una vez que se cuente con ellos, y con tiempo seco, se ejecutará el resto de la actuación, toda vez que la planta municipal deberá seguir en funcionamiento durante el transcurso de los trabajos y está muy limitada.
La Xunta está invirtiendo 720.000 euros en la mejora del sistema de depuración de la estación de tratamiento de aguas residuales de Vilaboa, que ahora solo cuenta con tratamiento primario físico-químico, para dotarla de tratamiento secundario, biológico, consiguiendo así mayor eliminación de materia orgánica y del nitrógeno contenido en el agua residual.
Los trabajos incluyen, además, intervenciones en el control de olores, mediante una idónea desodorización y cambios y actualización de los equipos para adaptarse a la normativa.