La subida de los precios de la energía eléctrica y la falta de ayudas públicas, causas del cierre del Budo
Por Anxo Lourido
"Se libraron varias batallas durante estos 32 años, pero esta última la del Covid provocó daños difíciles de recuperar", así comienza el comunicado que el gerente del gimnasio Budo, Santiago Durán, ha emitido este lunes para explicar las causas del cierre previsto de las instalaciones el próximo 30 de junio.
Explica que esta situación derivada de la pandemia ha afectado a muchos gimnasios nacionales, especialmente los grandes que cuentan con piscina, como es el caso del Budo. "Las ayudas públicas han sido muy escasas, apenas han cubierto el 20% de las perdidas. A esto se suma el encarecimiento de las meterias primas, especialmente las energías (electricidad - pellets) que se han duplicado. En el capítulo de las ayudas no todos hemos tenido la misma suerte, ya que los centros deportivos públicos se han salvado gracias a los apoyos de los ayuntamientos correspondientes; mientras el sector privado ha tenido que enfrentarse sólo con sus medios", argumenta.
El principal responsable del gimnasio agradece a "todos los pontevedreses por la confianza demostrada durante estos 32 años. Juntos hemos compartido grandes logros, gracias a vuestra constancia y vuestro afán de superación. Ha sido un lujo contar con vuestra presencia y vuestra confianza".
Santiago Durán Soto recuerda que el Budo nació en Vigo en 1976 cuando el actual gerente era el primer gallego cinturón negro y entrenador de Taekwondo. A partir de ahí se fueron incorporando deportes como el aerobic, que llevó a abrir tres centros más en tres años.
"La insistente sugerencia de amigos que conocían las circunstancias de Pontevedra, hizo que se plantease abrir en esta plaza. Así en 1991 tras leer el anuncio tomó la decisión de alquilar una nave en las cercanías de las estaciones de tren y autobuses, zona que por entonces era las afueras de Pontevedra, sin edificios a los lados, solo vegetación frondosa y espesa. En 1991 abrimos con gran ilusión después de haber reconvertido una nave ruinosa en un Centro deportivo de primer nivel en aquella época, pasando a ser catalogados como el mejor de Galicia del sector privado", señala en el comunicado.
Por último, el responsable del gimnasio Budo deja una puerta abierta a la posibilidad de continuar: "todavía no perdemos las esperanzas de que algún pontevedrés inversor quiera dar continuidad a BUDO en esta u otra localización". El centro deportivo situado en la Rúa de Estación, actualmente trabajan 35 monitores y el número de personas asociadas que practicaban deportes en estas instalaciones ascendía a 2.400.