Petición de siete años de cárcel y la inhabilitación para dos policías de Pontevedra por una detención ilegal
La Fiscalía de Pontevedra solicita siete años de prisión y diez de inhabilitación para dos agentes de la comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra que están acusados de detener ilegalmente a un joven, al que habrían maltratado durante su arresto.
Los hechos, que sucedieron en marzo de 2022, serán juzgados el próximo martes 12 de septiembre por la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra.
Además de cárcel e inhabilitación, el fiscal reclama que los agentes paguen una multa de más de 6.000 euros debido a su comportamiento con el denunciante.
A ambos se les acusa de los delitos de detención ilegal, maltrato y falsedad en documento oficial.
El joven, según recoge el escrito de acusación del fiscal, fue identificado a las tres de la madrugada por realizar pintadas en una pared de la calle Rosalía de Castro, en Pontevedra.
Tras ser denunciado por los agentes, éste acudió a la comisaría para quejarse de la actuación policial contra él y sus amigos, exigiendo que le pagasen los desperfectos que causaron los agentes en su ropa y en su calzado.
Al ver que el policía que le atendía hizo caso omiso a sus requerimientos y le invitó a abandonar las dependencias policiales, el joven pegó una patada a la puerta y al salir dio un portazo.
El agente salió tras el joven y, según el fiscal, "agarrándole por la capucha de la sudadera", le obligó a entrar de nuevo en la comisaría, recriminándole su actitud y asegurándole que no estaba allí "para aguantar a gilipollas como tú".
Al volver a salir, el denunciado volvió a actuar de la misma manera, tras lo cual este policía y uno de sus compañeros "fueron por detrás y lo agarraron por la espalda, trasladándolo por la fuerza de nuevo hasta el interior de la comisaría", en donde fue detenido.
Esa detención, señalan desde la Fiscalía, se realizó "sin motivo alguno que lo justificase y fuera de los supuestos legales que permiten a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad llevar a cabo dicha medida", conduciendo al joven hacia la zona de los calabozos.
Uno de los policías, en ese momento, "le propinó una fuerte bofetada en la cara" al joven, que acabó tendido en el suelo y siendo arrastrado desde ahí hasta la entrada de la oficina de los calabozos por el agente policial, que le habría seguido golpeando.
Dos horas después de este incidente, los dos policías redactaron un atestado policial haciendo constar "sin ser cierto", reitera el representante del ministerio público, que el joven había intentado agredir a uno de ellos "para justificar la ilegalidad de la detención".
No consta, concluye el fiscal, que la actitud del joven hubiese ocasionado desperfectos en la puerta de entrada de la comisaría.
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