Protesta por el despido de una trabajadora de Zara al reincorporarse tras un año de baja
Por Mónica Patxot & María José Pita
Este martes 10 de octubre, miembros del sindicato CIG y trabajadores de Inditex se concentraron al mediodía a las puertas de Zara en Pontevedra, en la calle Sagasta. El motivo era reclamar que la empresa readmita a la trabajadora Ana Vanesa, que fue despedida al reincorporarse tras una baja de larga duración por motivos de salud.
En la concentración, estaba presente Ana Vanesa, quien manifestaba su disgusto ante una situación que no entiende. "Me parece injusto, después de un año de baja recibí apoyo cero, sobre todo de un encargado, me anuló totalmente, es que no se dirigía ni a mí", se lamentaba.
Ana Vanesa ocupaba en Zara un puesto de Comercial desde 2006, y durante estos 17 años en la empresa nunca había sido sancionada ni amonestada.
La cronología de los hechos arranca en el momento en que comunicó a la empresa su intención de reincorporarse de manera voluntaria tras un año de baja, "pendente aínda de probas médicas e rehabilitación", señala Diana Rodríguez, representante de CIG-Servizos de Pontevedra. Desde la empresa "dixéronlle que antes de incorporarse tiña que coller as vacacións do ano anterior; colleu a alta, foi comunicalo á tenda e a primeira sorpresa foi cando lle denegaron as vacacións do ano pasado".
Como "non quixo montar follón", continúa relatando la representante de CIG, se incorporó a trabajar el día 7 de junio. Como las vacaciones de este año ya estaban asignadas por cuadrantes, las cogió el 19 de junio. La sorpresa fue que el 13 de julio, apenas tres días después del regreso de estas vacaciones, le comunican el despido disciplinario. "Destes días, dende que ela se incorpora ata que a despiden, soamente chegou a estar once días de traballo efectivo na tenda".
En la carta se indica un bajo rendimiento voluntario, discusiones con las compañeras, que crea mal ambiente laboral, no aplica los procedimientos adecuados de su tarea y no realiza las tareas que se le encomiendan. Para el sindicato CIG, "os motivos que dan na carta de despido disciplinario son totalmente arbitrarios, non están datados e non están xustificados".
Así lo alegarán en el juicio fijado para el próximo 21 de noviembre. "O que queremos destacar é que non é un problema da profesionalidade de Vanesa e que cree un mal ambiente laboral, porque nunca tivo ningún problema con ningunha traballadora da plantilla, do que se trata é dunha represalia polo feito de estar un ano de baixa".
El sindicato que defiende a la trabajadora pedirá "a nulidade e a readmisión de Vanesa e non a improcedencia, os cartos non os queremos, senón que volva a traballar".
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