La Policía sobre el crimen de las chinas: "es imposible que una persona sin complicidad pueda hacer este trabajo"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El doble crimen de las ciudadanas chinas Guang Qu y Kung Yong en su domicilio de la calle Amado Carballo en abril de 2009 tuvieron que perpetrarlo "dos personas como mínimo". Así lo sostuvieron este miércoles agentes de la Policía Científica y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que participaron en la investigación y este miércoles declararon como testigos durante la segunda sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de Pontevedra.
El jefe de la Brigada de Policía Científica de Pontevedra fue tajante en este punto y aseguró que "materialmente es imposible que una persona, sin complicidad, pueda hacer este trabajo". El responsable de la UDEV pontevedresa comparte esta opinión y mantiene que "allí tuvieron que intervenir dos pesonas o más".
Esta tesis que mantienen ambos desmonta una de las líneas de defensa del abogado de Zhang Hai Jie, único acusado por el doble crimen, que se centra en acusar a Wen Bin Sun como responsable de las muertes y en mantener la inocencia de su defendido pese a que ambos varones acudieron el 26 de abril de 2009 al piso en el que se perpetraron los dos homicidios. Este segundo individuo también sale como uno de los responsables de los hechos en las investigaciones policiales, pero no está siendo juzgado en el juicio que se seguirá toda la semana en la Audiencia porque el gobierno chino se niega a su extradición a España.
El responsable de la Policía Científica realizó una declaración muy didáctica a los miembros del jurado popular y les mostró una composición gráfica con imágenes del piso del crimen de las dos víctimas. Los ciudadanos pudieron ver que el cuerpo de Kung Yong, la más joven de las víctimas, apareció en el suelo del dormitorio, atada y envuelta en un edredón, justo entre la cama y la pared.
La forma en la que apareció este cadáver sirvió a los investigadores para sostener que los dos responsables del crimen mataron en un primer momento a esta chica mientras estaba sola en casa y luego la escondieron para que, cuando su compañera llegase a la casa, no la encontrase. "Desde la puerta del dormitorio no se veía el cadáver", sostiene el jefe de la Policía Científica.
Al respecto, el responsable de la UDEV mantuvo que los dos autores del crimen primero engañaron a la otra chica, a Guang Qu, para que saliese de casa. Para ello, usaron un número telefónico que se volvió a usar después de aquel día para concentar una cita con ella en una dirección no existente. Cuando salió del piso para acudir al encuentro con el presunto cliente, aprovecharon para llamar y que la otra residente les abriese.
Los investigadores están seguros de que si Guang Qu estuviese en casa no les habría dejado entrar, pues conocía a Wen Bien Sun y este había intentado mantener una relación sentimental con ella, pero ella le rechazó. De hecho, el fiscal del caso, Juan Carlos Aladro, mantiene que el móvil del crimen puede ser pasional por ese rechazo.
La Policía sostiene que los dos supuestos autores engañaron Guang Qu para que saira de la casa para conseguir que Kung Yong había estado sola en casa al llegar
Según relataron los policías, cuando los dos supuestos autores del crimen llegaron a la casa, estaba sola la otra chica, la mataron, trataron de ocultarla y esperaron a Guang Qu. Al llegar esta, la mataron a ella. En su caso, el cadáver ya no apareció oculto. Estaba maniatada y con cinta tapándole los orificios nasales y bucales, la ropa rasgada y las manos solapadas. La cinta estaba colocada de forma tan "curioso" que ven imposible que fuese obra de una única persona.
Al respecto, el abogado defensor preguntó a los policías si habría sido posible que lo hiciese una persona sola en caso de que antes hubiese ya golpeado a la víctima (la autopsia mostró que tenía seis golpes) y el investigador interrogado no lo descartó, aunque sostiene que su tesis es que tuvieron que ser dos.
La investigación policial permitió localizar en la puerta del dormitorio principal, donde apareció Guang Qu, una huella dactilar que atribuyen sin ningún género de dudas a Zhang Hai Jie. Además, estos agentes revelaron que tuvieron a dos españoles como sospechosos del crimen, pero descartaron a ambos de forma concienciuda y que fue el tráfico de llamadas telefónicas el que les llevó inicialmente al acusado que se sienta en el banquillo y al sospechoso que no ha sido extraditado de China.
Los agentes de la Policía Nacional centraron la mayor parte de la sesión del jucio de este miércoles, en la que también prestaron declaración agentes de la UDEV central de Madrid y una serie de testigos solicitados por la defensa de Zhang Hai Jie.
Uno de estos testigos fue un cliente que acudió a la casa de citas que tenían las dos fallecidas (en la que Guang Qu, conocida como 'Sol' o 'Sissi', era la responsable) la noche anterior al día en que supuestamente se produjo el crimen y que constató que ambas estaban vivas, testimonio relevante porque aún no ha podido establecerse el momento exacto de la muerte y las partes se contradicen sobre este punto.
El amigo que denunció en Comisaría: "Guang Qu siempre tenía el teléfono encendido las 24 horas del día. Si no contestaba es que pasaba algo"
Prestó también declaración el amigo de Guang Qu que el 28 de abril, día anterior a que apareciesen los cadáveres, presentó denuncia en la Comisaría de Pontevedra alertando de que no sabía nada de su amiga y de su compañera desde hacía varios días. Según explicó, acudió porque tanto una compañera de las fallecidas de Lleida como otros amigos se pusieron en contacto con él para decirle que ellas no respondían al teléfono. "Guang Qu siempre tenía el teléfono encendido las 24 horas del día. Si no contestaba es que pasaba algo", explicó. Ese día la Policía no acudió al piso de Amado Carballo y a la mañana siguiente el responsable de una inmobiliaria ya localizó los cuerpos.
El juicio continuará este jueves en la Sección Cuarta de la Audiencia con las declaraciones de los forenses que analizarán las causas y circunstancia de la muerte de las víctimas y se prevé que concluya ya el juicio y el jurado popular empiece a deliberar, según adelantó la magistrada que preside el tribunal, Nélida Cid.
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