La presencia del piquete durante la tarde mantuvo cerrados los supermercados
Por Anxo Lourido
El piquete que se movió por Pontevedra durante la tarde con motivo de la huelga en el sector de la alimentación apenas tuvo descanso. Y, formado por alrededor de cincuenta trabajadores y representantes sindicales, fue protagonista de algunos momentos de tensión.
Al mediodía, en un supermercado Gadis siete manifestantes pertenecientes al sindicato CIG fueron identificados por los agentes de la policía al entender que se habían producido altercados en el establecimiento. Sin embargo, en la Policía Nacional no hay constancia de que se tramitase la denuncia.
Durante la tarde, al paso del piquete, una bengala inundó de humo anaranjado el interior del supermercado Gadis situado en la calle Benito Corbal.
El resto de centros de Froiz y Moldes que el piquete se encontró por el camino estaban cerrados. Algunos de los integrantes llevaban la cabeza tapada con capuchas o el rostro parcialmente cubierto. Y todos se encontraban expectantes por lo que podía estar sucediendo en la reunión que la patronal y los sindicatos mantenían en Vigo.
En la calle Joaquín Costa, detrás del Hospital provincial, los manifestantes derribaron un contenedor sobre la calzada obligando a los vehículos a subir a la acera para poder circular.
Minutos después, a la altura del Froiz situado en la calle José Casal, de nuevo se derribaron otros dos contenedores impidiendo el paso de los vehículos. Los manifestantes continuaron su marcha hasta el Gadis de la Avenida de Vigo. Allí, alguno de ellos golpeó el cristal y los agentes de la policía intentaron identificar a los presuntos causantes del vuelco de los contenedores. En ese momento, José Luis García Pedrosa, secretario comarcal de Comisiones Obreras, se dirigió a uno de los agentes para preguntarle por qué estaban pidiéndoles la identificación y, según la versión del sindicalista, inmediatamente le pidió la suya para tomar datos. Se generó un tumulto. El resto de agentes bajaron de los vehículos y se mantuvo un tenso diálogo entre los policías y los sindicalistas con el objetivo de tranquilizar la situación. Una agente comentaba "se queimades contenedores ou os tirades no medio da vía, temos que detervos. Así que tentade que non haxa incidencias e que todo vaia normal". Uno de los agentes indicó a Pedrosa que aquello era un trámite y que no iba a producirse ninguna denuncia.
Finalmente, el piquete continuó hasta la zona de Campolongo y a su paso encontraron tanto el Froiz como el Gadis cerrados.
- Pareces da CIG. Le dijo un cargo del sindicato nacionalista a García Pedrosa:
El de CC.OO. contestó sonriendo:
- Eu son máis radical que a CIG.
Más tarde, Pedrosa hablaba con los otros dos manifestantes identificados que temían tener que enfrentarse a una sanción económica por parte de la Subdelegación del Gobierno. Un compañero apuntó "si hay sanción la pagamos entre todos".
El recorrido continuó hasta el HiperFroiz de Cobián Roffignac. Habían recibido el aviso de que se encontraba abierto. Pero cuando llegaron, aunque había luz en el interior, las verjas se encontraban bajadas.
Pasaban de las siete de la tarde. Hora de reunirse en asamblea para planificar la jornada de mañana, a la espera de noticias de la negociación en Vigo.
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