Penas de 7 a 10 años de prisión para tres acusados de un alijo de 52 kilos de coca que un polizón transportó de Colombia a Marín
Por Natalia Puga
Una pena conjunta de 25 años de prisión. Esa es la condena que la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de imponer a tres hombres juzgados por hacer llegar al puerto de Marín una partida de 52 kilos de cocaína a bordo de un buque mercante.
La pena de mayor entidad es para Leonardo C.C., natural de Valga y con domicilio en Pontevedra, que deberá cumplir diez años y pagar dos penas de multa de 4,5 millones de euros por un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud, concurriendo las circunstancias agravantes de notoria importancia y uso de buque.
Otros ocho años deberá cumplirlos Rubén P.R., vecino de Sanxenxo, y siete el acusado Harbey C.P., natural de Colombia, los dos por el mismo delito, si bien las multas serán inferiores, 3,5 millones el primero y 1,9 millones el segundo. En el caso de Rubén, se tiene en cuenta que tiene antecedentes y en 2013 ya fue condenado por la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra a un año y medio de cárcel en 2013.
Los tres estaban acusados también del delito de pertenencia a organización criminal, si bien el tribunal de la Audiencia decidió absolverlos.
La sentencia considera probado que los tres se pusieron de acuerdo en los meses de abril y mayo de 2017 para hacer llegar a España una partida de 52 kilos de cocaína importada desde el otro lado del Océano Atlántico.
La droga viajó a bordo de un buque mercante de nombre 'Cap Beatrice', cuya ruta aprovecharon para su tráfico. Harbey viajaba como polizón con la droga y el plan era que lanzase la droga al mar cuando llegase a la Ría de Pontevedra y luego la harían llegar a tierra empleando la embarcación Teresa, titularidad de Rubén .
Para la organización de toda la operación, Leonardo se había desplazado previamente a Colombia, de donde regresó el 30 de abril de 2017.
En el caso de los procesados Rubén y Leonardo su actividad relacionada con el tráfico de sustancias estupefacientes no se limitaba a la importación de la carga con la que Harbey llegó a España en mayo de 2017. En el caso de Rubén, en los primeros meses de 2017 y hasta el mes de mayo de ese año, ya venía dedicándose a la distribución lucrativa de estupefacientes, en concreto cocaína, MDMA y cannabis.
La sentencia considera también probado que Leonardo no fue detenido en aquel momento, cuando se frustró el transporte de la droga, sino que continuó dedicándose a la misma actividad de intentar nuevas importaciones ilícitas de partidas de cocaína, hasta que fue detenido en fecha 6 de septiembre de 2018.
El buque zarpó el 23 de abril de 2017 del puerto de Cartagena de Indias, en Colombia, con destino al puerto de Marín, al que preveía llegar a las siete de la madrugada del 4 de mayo. Sin embargo, dos días antes, el capitán detectó al polizón en el interior de la grúa del barco con 52 ladrillos de cocaína y alertó a las autoridades.
Un trabajo conjunto de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera, con autorización judicial, permitió que un agente se hiciese pasar por el polizón en las comunicaciones con las personas que estaban en tierra. De esta forma, mantuvo contacto con la persona que debía recogerlo haciéndose cargo de la cocaína que transportaba.
Para ello, los agentes subieron al barco y mantuvieron conversaciones con su contacto en tierra, en una de las cuales le decían: "negro lánzate tú también al mar, que te recojo". Se lanzó una mochila como señuelo y los agentes detuvieron a la persona que acudía a recogerlo, Rubén.
Fruto de las intervenciones telefónicas autorizadas judicialmente en el curso de la investigación de estos hechos, queda acreditado que Leonardo mantuvo de modo sostenido en el tiempo conversaciones, a través de la aplicación de mensajería de Black Berry, identificándose con el usuario Cristobal, gestionando junto con otras personas, cuya identidad no ha podido determinarse, la introducción de nuevas partidas de sustancias estupefacientes en territorio nacional.
De hecho, en sus conversaciones intervenidas, reflejó el modo en que podría repetir una operación semejante a la de mayo de 2017.
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