Oier Calvillo, de rescindir en el Pontevedra a la liga universitaria norteamericana: "Siempre quise venir a USA"
Por Diego Espiño
El pasado verano, a sólo 24 horas de iniciar la pretemporada, el Pontevedra Club de Fútbol anunció que Oier Calvillo se desvinculaba de la entidad "de mutuo acuerdo", después de tres cursos defendiendo la elástica granate y sólo unos meses después de haber prolongado su contrato antes de salir cedido al Calahorra.
El extremo guipuzcoano, a sus 26 años y tras haber competido en las canteras de Real Sociedad y Osasuna además de en el club de Pasarón, había decidido emprender una nueva aventura priorizando su formación académica. Lo hacía además saltando el charco hasta Miami, para enrolanrse en la Barry University, cuyo programa deportivo compite en la segunda división de la NCAA. Con los 'Buccaneers', como se conoce a su nuevo equipo, ha disputado ya desde el inicio de curso 11 partidos, en los que ha anotado tres goles y repartido seis asistencias.
No fue en todo caso una decisión sencilla, aunque sí se desencadenó todo muy rápido. "Es una de las cuestiones a la que le doy vueltas todos lo días, hay momentos en los que te sientes vacío habiendo dejado el estilo de vida con el que estás conviviendo tantos años y dejarlo de manera voluntaria hace que los días que las cosas no van bien, la culpa hacia uno mismo aparece, pero tengo que decir que el Pontevedra fue muy comprensible y se portó muy bien conmigo, respetando en todo momento mi decisión, quiero agradecer su postura. Lo más fácil para mí habría sido seguir en la dinámica de ser jugador y andar de aquí para allá pero la decisión tomada fue en base a varios criterios y entre ellos está la formación, para poder finalizar mi carrera de psicología pero también para llevar a cabo un proyecto de consultoría relacionado con el coaching y el fortalecimiento de la mente y la cooperación en las academias y equipos de aquí, que lo lidera Julen Ortiz de Murua", explica a PontevedraViva el ex-jugador granate.
Además la experiencia le permite conocer un nuevo país, y en ese sentido "siempre quise venir a USA para poder aprender otro idioma, la cultura y la mentalidad de aquí", con sus puntos fuertes y sus puntos débiles. En lo positivo, "una de las cosas que más me gustan de aquí, es la naturalidad con la que aceptan y afrontan los cambios, sin dramatizar de la manera que lo hacemos en España. También me gusta el concepto y cómo desarrollan networking y las oportunidades que se crean". Eso sí, en Estados Unidos "veo que al ser una sociedad un tanto individualista, la gente funciona basándose más en los intereses más allá del altruismo y la generosidad de ahí".
"Por supuesto que sigo al Pontevedra, para mí es como mi segunda casa y me alegro mucho de que a pesar del inicio que tuvo, la cosa esté yendo bien"
Lo complicado es pasar de vivir casi al 100% para el fútbol, como hacía en Pontevedra, a compaginar el deporte y los estudios. "Ahora la cosa está yendo muy bien pero como es normal en todas las personas al principio necesité como unas tres semanas para adaptarme al clima, que es muy diferente, tropical, y tanto el soccer como las obligaciones de la Universidad sí que son algo diferentes", señala Oier.
En cuanto al Pontevedra, la distancia no impide que siga las evoluciones de sus ex-compañeros aunque "menos de lo que me gustaría ya que el cambio horario y el que estemos en temporada, con dos partidos por semana, hace que no pueda ver los partidos, pero por supuesto que sigo al Pontevedra, para mí es como mi segunda casa y me alegro mucho de que a pesar del inicio que tuvo, la cosa esté yendo bien. Estoy en constante contacto con Álex, y cuando hablamos uno de los temas suele ser qué tal va el club, pero al ser mi amigo, solemos hablar de otros muchos temas. La verdad que tengo muy buenos amigos ahí con los que no tengo el contacto que me gustaría ya que soy un desastre en ese aspecto, algo que debería de mejorar", reconoce.
Su aventura en Miami ha coincidido además con la explosión del 'soccer' con la llegada de Leo Messi a la liga. "No hace falta mirar más allá que se ha dado un crecimiento de entorno un 200% en las entradas y pases de temporada para ver al Inter de Miami, el simple hecho de que Messi esté aquí está generando un impacto de manera transversal", reconoce mirando además hacia los grandes eventos de fútbol previstos en los próximos años en el país como la Copa América de 2024 o el Mundial de 2026.
De hecho por ahí puede ir su futuro una vez concluya los estudios, ya que "hemos visto que el soccer es un mercado emergente donde se darán muchas oportunidades y habrá un crecimiento exponencial", por lo que su intención es "tratar de posicionarnos con tiempo" con el proyecto de consultoría relacionado con el coaching que pretende impulsar desde "mi experiencia personal en relación al fútbol y que prácticamente a todos los jugadores nos ha pasado. El tema de las dificultades mentales y en los entornos tan exigentes en los que nos hemos desarrollado como futbolistas y como personas en las academias de fútbol. Yo personalmente a pesar de todo el potencial que tenía como jugador, no tuve en ningún momento a nadie que me comprendiese, me acompañase y me echase una mano a gestionar los temas relacionados con la sobre exigencia, la frustración, el miedo al fracaso… Dada esta deficiencia que existe en la industria del fútbol formativo y profesional, este proyecto está orientado a la resolución de ese défict, esta parte mental que tan importante se dice que es pero que no se trabaja como es debido".
Se trata, explica Oier, de un proyecto basado en el modelo ORMUR que "trata de formar a los entrenadores como pedagógos", así como ofrecer herramientas a los jugadores para la gestión de sus emociones y también apoyo psicológico.
La idea es desplegar la propuesta por academias y equipos de alto rendimiento de Estados Unidos, además de por universidades como la suya, en la que ya están trabajando. Quién sabe si este proyecto le podrá traer de nuevo en el futuro hasta la Boa Vila. El tiempo lo dirá.
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